Las peripecias estéticas y narrativas del séptimo arte hacen realidad, aunque sea por un momento, los sueños más inverosímiles del espectador. Otros, en cambio, reviven las peores pesadillas, sacan a la luz viejos miedos ocultos, fobias no reveladas. En Sants seguimos más a estos últimos, a quienes rendimos homenaje cada año con la Maratón de Cine Fantástico y de Terror de Sants, Hostafrancs y la Bordeta, todo un clásico en el panorama cinematográfico barcelonés que combina un concurso internacional de cortos con el ya tradicional ciclo maratóniano de cine del género.

Un festival lleno de ficción, sangre y terror en el que, sin embargo, el público, sello distintivo del festival, viene a pasarlo bien. Todo de la mano de realizadores consagrados y amateurs, que presentan sus últimas creaciones y a las cuales se unen las reestrenos del género más destacadas y una excelente selección de Serie Z, este subgénero del cine de terror que, por decirlo de alguna manera, no cuenta con el mejor de los presupuestos pero que sin duda tiene un gran número de adeptos. Un festival singular que como cada año tiene lugar en el auditorio de Cotxeres de Sants y que celebra del 23 al 25 de noviembre su 35ª edición.

El concurso más singular

El festival gira en torno a dos elementos principales, el concurso y la maratón de cine, que se complementan con diversas actividades culturales ambientadas en la temática. Desde que la Maratón incluyó en su programación hace ya 20 años el Concurso de Cortos Fantásticos y de Terror, el certamen no ha dejado de crecer. El año pasado llegaron a un total de 389 producciones llegadas de 40 países participando en el concurso (desde Uzbekistán a Cuba). Se presentan tanto directores con una larga experiencia profesional como autores que inician su carrera cinematográfica. Así, obras premiadas en los grandes certámenes nacionales e internacionales se entremezclan con las primeras producciones de cineastas amateurs para competir por el premio en alguna de las categorías del concurso. Una combinación de estilo propio que sin duda es clave de su éxito.

Inmerso en una atmósfera única, el espectador podrá disfrutar a lo largo del festival de una selección de los 100 mejores cortometrajes presentados y votar para el premio del público al corto mejor valorado. Más de 2500 asistentes nutrieron las salas de Cotxeres de Sants en años anteriores a la pandemia para otorgar este galardón y conocer las películas ganadoras de las otras categorías, que se presentarán en la gala final del concurso después de la proyección de todas las producciones finalistas y en la que se reparten más de 3500 euros en premios.

Aviso para navegantes: ¡Este no es un concurso al uso! Son varias las particularidades que lo hacen original convirtiéndose para muchos en una cita innegociable. Aparte de los premios habituales que se conceden en todo festival de cine de cortos, el de la Maratón cuenta con una categoría difícil de encontrar: el premio especial «chicha cutre»… Sobran las palabras. Este es el lugar ideal para aquellas producciones de muy bajo presupuesto que rinden culto al «gore» con sangre de salsa ketchup y efectos especiales salidos de la casa de las bromas. Todo un arte que la Marató ha decidido apoyar y que sin duda le otorga un carácter especial. Y no es el único toque de la casa. No hay público igual que el de la Marató, con interacción con las proyecciones, fiel desde el principio y sin complejos ni objeciones a criticar una obra si hace falta, con un gran sentido del humor. En algunos momentos es posible que no escuches los diálogos, pero disfrutarás del momento.

La noche más larga

Después de la gala de finalistas del concurso de cortos del viernes, llega la noche más larga: el sábado. Proyecciones de cine fantástico y de terror hasta las 5 de la mañana para los más atrevidos. Toda una prueba de resistencia que incluye no solo algunas de las películas más destacables del año, sino también una selección del mejor cine «cutre» o de serie Z. Eso sí…, proyectadas en salas diferentes. Como siempre, y para conservar la tradición, la organización se reserva el derecho a no desvelar una de las películas que se proyectarán, además de proyectar una «película castigo», con toda la intención del significado. Quien conoce la Marató ya sabe que se disfruta, pero también se puede sufrir.

A las proyecciones de la Marató se unen actividades complementarias como: Childrens of VHS, el 23 de septiembre, la Mini-marató de terror del sábado 11 de noviembre, con la proyección de un programa doble, o el concurso de microrrelatos del género, en el que participan más de 1100 obras que serán entregadas al público de la Marató.

Son muchas horas de cortos y películas, así que disponemos de un bar ambientado para la ocasión, lugar de descanso y que ayuda a recargar pilas para la siguiente sesión.

Todo un acontecimiento que no pasa desapercibido y que como cada año atraerá a lo largo de una semana a todos aquellos amantes incondicionales del terror y la fantasía, de aquello “freak” y extraño, para disfrutar en compañía de las últimas creaciones del género.

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